Abro otra sección en la que recuperaré crónicas antiguas 'colgadas' en mi antiguo blog. En ellas cuento mis reflexiones acerca los conciertos a los que voy así como aquellos en los que toqué. Empezaré por el primer concierto fuera de Córdoba que dí con Limousine. Fué en Madrid, en la sala MobiDick el 30 de junio del 2007.
Iba a empezar diciendo que era este, mi primer concierto con Limousine, pero no sería cierto. Estaría pasando por alto el de LaComuna76 con motivo de la fiesta del FIB.
Si es cierto que es la primera vez que he tocado con ellos saliendo de viaje. En estos momentos en los que ya he llegado a casa y empiezo a descansar de ese viaje me pregunto qué me ha parecido la experiencia. Y me surgen sentimientos contradictorios.
Por un lado de la balanza encuentro cosas muy positivas. La experiencia del escenario con ellos ha sido genial. Da gusto tocar con los que son tus amigos. La sala, aunque con poca gente, estaba entregada y la gente de Frikasound se portó estupendamente con nosotros, a pesar de los problemas de alojamiento que la hospitalidad de Mónica solucionó. Qué debió pensar tu madre al decirle que ibas a meter a ocho desconocidos en tu casa. La visita a Radio Nacional de España también cae en este lado de la balanza. Es bonito ver cómo se hace un programa de radio, y salvar un comienzo crítico sin micrófonos, sin la canción de entrada. La experiencia es un grado.
Pero me tengo que pasar al otro lado de la balanza. Aquí coloco algunos detalles que han echo que la experiencia no sea del todo reconfortante. Y sin entrar en muchos detalles, pondría un titular que diría algo así:
"Los graves errores de logística empañan el gran concierto de Limousine"
Y con el ánimo de ir poco a poco dejando de referirme a Limousine como 'ellos' y poder sentirme parte del grupo, eso si, con la petición de que se haga propósito de enmienda colectivo, me marcho a dormir escuchando a Doc Watson.
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