
7 mayo 2008
AMERICANA, LIMOUSINE Y DEMAS BOLOS
El concierto de LaComuna fue muy bien recibido por la gente. Lo que más destacaría de aquel día es nuestro primer encuentro con un tal Robert Ross. La historia fue curiosa, ya os contaba que se nos ofreció para tocar con nosotros. Imaginad, un escocés que se traslada de Algeciras, donde tiene que abandonar una banda de Country, a La Carlota en su primera visita de ocio a la ciudad, paseando oye el 'Folsom Prison Blues' de Johnny Cash... ¿en Córdoba? Esto hay que verlo, decía sorprendido.
Tras un esfuerzo insistente por localizarnos acabo recibiendo una llamada suya contándome la historia. Le invité a que nos viera en LaComuna y así fue. Es más, se presentó con su grabador y registró todo el concierto, que por cierto es lo que se oye en nuestro myspace (gracias Rob, una vez más). Unas cervezas y una charla distendida nos lleva a invitarle a algún ensayo.


El Automático acogiendo un concierto de Americana, con tantos instrumentos,


Pero eso ne es todo. Noviembre tuvo también su lado Limousine. Mini gira Madrid-Donosti. Madrid, sala Nasti; probablemente el mejor concierto que hemos dado (desde que estoy con ellos). Pasará a la historia por el salmorejo que repartimos al empezar (hecho que distrajo la atención del público ante un comienzo algo 'extraño'). Si escribes en Google 'salmorejo limousine' está plagado de referencias. Pero de ese día yo destacaría otra cosa: nuestra 'telonera' Russian Red. Aquell
a noche en Nasti pude oir en directo por primera vez una voz que me cautivó. Se encontraba grabando su primer disco en Eureka (sello de Fernando Vacas) y unos días antes pude acompañar a Toni al estudio para que grabara un arreglo de Pedal Steel Guitar en la canción 'Take Me Home'. Otros compañeros de Limousine ya estaban implicados en el proyecto: Dani grabó la batería de 'They Don't Believe', a la postre el single; Javi estaba con labores de grabación y percusión... Aquel día me quedé prendado y me ofrecí a Fernando para grabar alguna mandolina en el disco si encontraba un hueco. Y así fue, casi acabado ya el disco. 'Nice Thick Feathers' es el título de la
canción y sin mucho tiempo para preparar un arreglo rellenamos ese hueco que faltaba. El resultado, a mi juicio muy bonito. Luego sigo con Russian Red.


Estabamos en la sala Nasti después del salmorejo y un gran concierto, madrugón y carretera rumbo a Donosti. Muchas ganas de volver después de las magníficas vacaciones del verano. Nuestro 'manager' nos buscó un bolo en el sitio más perdido de San Sebastián, con publicidad cero y durmiendo en Irún. No entro en más detalles de lo decepcionante que fue. Publico escasísimo, allí estaba Tomás por casualidad, tocamos medio borrachos y a destacar la caída de Javi al abandonar el escenario; el mejor momentode la noche. Una paliza de 10 horas de furgoneta nos esperaba al día siguiente. No pudimos ni salir por la ciudad. En fin, muchas esperanzas y poca diversión.

Diciembre trajo una mala noticia. Rafa abandona Americana por desavenencias con el grupo y nos quedamos a 'tres velas'. Mala racha se avecinaba ya que encontrar bajista nunca es fácil, buen bajista más difícil, y buen bajista que le guste lo que hacemos, como lo era Rafa, más todavía. Robert se unió a la banda, cosa que me alegró porque aparte de buen músico, me parece que encontramos un amigo. En fin, que no será hasta febrero cuando conocemos a Juan. Una conversación con Eva, '¿qué tal el grupo?', 'pues nada, sin bajista', 'pues yo conozco uno que trabaja en la tele', 'pues llámalo, por favor'. Unas cervezas en el Correo y una semana después empezamos a tocar. Ya éramos una banda copleta otra vez. Esta vez 5 miembros y un repertorio en reforma. Hoy por hoy estamos perfilando canciones para poder volver a tocar pronto, espero.



24 de abril y otra cita musical. Esta vez es acompañando a Miguel Relax en su actuación en el Gongora Café, dentro del ciclo La Letra Importa. Toqué dos canciones con él, acompañándole con el banjo. Una de ellas era de Jubilee (She's in love with the rodeo man). Me encantó la experiencia pero los camareros del lugar no merecían ni el agua que bebían, negando una cerveza
a Miguel, una verguenza.


Y por ahora nada más. A la espera de acontecimientos nuevos. A ver si mayo sale bueno.
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